The awful Truth

Como era de esperarse, las duras leyes anti-inmigrantes del estado de Arizona generaron un efecto contagio que se expandió rápidamente por el sur norteamericano.

Florida es otro de los estados en donde algunos pretenden endurecer las leyes para colgarles el cartel de «ilegales» a los inmigrantes y perseguirlos «con todas las de la ley».

La foto en este artículo parece obvia: un grupo de «american citizens» protestando a favor de la ley y en contra de quienes la violan.

Entre sus consignas uno de los carteles dice literalmente: «Inglés lengua oficial». Este cartel desnuda las intenciones reales del grupo.

La verdad no es que se «preserve» la ley. La verdadera «supremacía» que defienden estos grupos es la racial. Si los extrangeros tuviesen su «green-card» habría que buscar otros argumentos para segregarlos.

Pero para eso están los grupos de presión: para crear leyes leoninas que generen las condiciones para que un extranjero que quiera ingresar en los Estados Unidos NO ENCUENTRE LA FORMA DE HACERLO LEGALMENTE.

Alguno podrá decir: «son las leyes que votó la mayoría». Déjenme decirles que democracia no es la dictadura de las mayorías sobre las minorías étnicas o culturales. Dejenme decirles que los patriotas que hicieron esa prestigiosa nación no soñaron una tierra cerrada a los inmigrantes de buena fe.