FOPEA se sumó al repudio a la agresión a Trabajadores de Prensa:

Ayer contamos cómo -en medio de la represión a trabajadores de la «Línea 60»- la Gendarmería golpeó sin miramientos a un cámara y a un asistente de Telefe, a los que además les rompieron (a propósito?) la cámara con la que registraban los hechos.

También un cámara del 9 resultó herido (aunque según él me dijo por un piedrazo de los colectiveros)

No menos grave que los palazos los colegas del viejo «Canal 11» resultó el ataque sufrido por un reportero gráfico que realizaba un trabajo excelente ( Acá podés ver sus fotos) al que los gendarmes no dudaron en rociarlo «ex profeso» con gas pimienta. Terminó hospitalizado.

En todos los casos se trataba de gente experimentada, que sabía lo que hacía, para medios serios y que estaba correctamente identificada. Por eso no debemos pasar por alto que la Gendarmería ayer los agredió.

Si no hacemos nada hoy, qué podremos hacer mañana si esto se vuelve costumbre?

Cómo podremos garantizar el derecho del pueblo argentino al acceso a la información si toleramos que gente integrante de una Fuerza de Seguridad de la que se espera un comportamiento profesional pegue palos a mansalva «confundiendo» a quienes quieren saltar a cortar una ruta con aquellos cuya labor es periodística?

Alguno podrá pensar «Son riesgos que corren por estar ahí» y yo le responderé: «sería cierto… si se tratara de una estampida de toros. Pero de ninguna manera si se trata de tolerar que uniformados golpeen a periodistas que cumplen con su rol!»

En Argentina no podemos permitirnos el lujo de «dejar pasar» una cosa así. Sobre todo porque no fue un «hecho aislado» no se trató de «un palo».

Y Berni lo sabe.

COMUNICADO DE FOPEA