Será mucho pedir?

Duros tiempos para los periodistas de oficio, en los que la palabra de moda es «posverdad» y se asegura que la gente prefiere una mentira conveniente a una verdad incómoda.

Duros tiempos en los que los gobernantes de turno, del turno que sean, traen a sus propagandistas que emiten los bandos que todos deben recitar.

Duros tiempos en los que los medios están en la mayoría de los casos en manos de gente completamente ajena a la industria que viene a hacer su negociado e irse dejando el tendal.

Duros tiempos en los que se generaliza a partir de lo peor y se apunta al periodista cuando se señala al operador.

Duros tiempos en los que la narrativa dominante dice que el periodismo no existe más y que no se puede o no  existe ser objetivo.

Esta palabra SÍ existe y no como una entelequia: no se puede ser omnisciente u objeto, pero… por qué no podríamos ser objetivos?

No pedimos caviar: queremos poder trabajar.

No pedimos autos voladores: queremos que se respete la pluralidad.

No pedimos ayuda humanitaria: solo pretendemos cobrar por nuestro trabajo sin que ningún funcionario atorrante y mantenido invite a hacer periodismo gratis por placer.

Será mucho pedir?