San Isidro, la estación fantasma del Tren de la Costa.

A mediados de los 90s se recicló el antiguo tren del bajo para convertirlo en un proyecto turístico (y tal vez, de lavado). El mismísimo Rey Juan Carlos de España llegó para la inauguración de la estación y centro comercial a cielo abierto conque se reciclaba en San Isidro a lo que hasta entonces los vecinos habían llamado por décadas «La vía muerta». Sin embargo, al tiempo el lugar fue perdiendo sus luces hasta caer en el abandono total en el que se encuentra hoy día.

Apenas un supermercado, una radio y una oficina del RENAPER sobreviviente de la gestión Randazzo: eso es lo único que permanece activo entre las ruinas de lo que fuera alguna vez una flamante estación visitada por miles de personas y hasta por celebridades como la mismísima «Lady Di».

El proyecto original era turístico, atado al «Parque de la Costa», también creado por aquellos años. Es decir que en un principio no se lo pensó como un medio de transporte para los vecinos del lugar: Claro, era tiempos del «uno a uno» y si bien los turistas llegaron al principio, se estaba cerca el crack de 2001.

A partir de la crisis de 2001se perdió el hechizo de la convertibilidad y la calabaza se convirtió en en zapallo. El el proyecto turístico original finalmente se convirtió en algo de provecho para los vecinos: el costo del pasaje pasó a asemejarse más al de cualquier otro tren suburbano y si bien el magnífico centro comercial de San Isidro se desvaneció como tal, siguió funcionando por varios años como cualquier otra galería comercial ya no tan orientada a turistas.

Así, en 2010 se anunciaba la llegada de una nueva cadena de cines «Sunstar Cinemas, empresas de capitales argentinos y norteamericanos, reabre cuatro salas de cine en las instalaciones del Tren de la Costa, en San Isidro, lo que constituye su desembarco en la provincia de Buenos Aires.» proyecto que mantuvo a la estación -ya por entonces parcialmente ocupada- con cierto movimiento de gente que iba al cine. Todavía había allí restaurantes de comida chatarra o de cocina mexicana por ejemplo y lugares como la «Tienda de café».

Llegó a haber por aquella época cierto rebrote turístico, aunque más local que antaño: era común ver llegar micros con brasileros o gente de las provincias que llegaba a visitar el «Museo del rugby» como punto intermedio en su paso hacia el Tigre. También por aquellos días hubo algún que otro negocio de «Regionales» para esta nueva ola de turistas.

En 2013, durante el período cristinista y cuando ya el desbande del tren de la costa era evidente, se decidió la estatización argumentando “graves incumplimientos” en los contratos. Allí comenzó la gestión Randazzo durante la cual se sumó a este ferrocarril al sistema suburbano, con mismos costos y sistemas de boletos que el resto de los trenes . Además, algo que repobló en cierta manera la estación, aunque ya no de turistas: una oficina del RENAPER hizo que ahora fueran personas que necesitaban actualizar sus documentos o sacar su pasaporte las que llegaran al lugar, pero ya no a pasear ni comprar…

La llegada de la gestión Nac & Pop no trajo buenas noticias a los del «Museo del Rugby» cuya presencia allí había sido gestada oportunamente con autoridades sanisidrenses… y de esta manera, fueron echados del lugar!

Mucho se dijo después acerca de posibles destinos para la estación fantasma de San Isidro: desde emprendimientos inmobiliarios de la inmobiliaria «Narvaez» hasta la «Universidad de San Isidro» que es distinto. De momento solo el abandono ha prosperado… y los gatos! única arma efectiva que los vecinos han encontrado para protegerse de las ratas.