Arrasó Milei: Con el diario del lunes.

Lo primero que hay que decir este lunes es que los argentinos, pese a todas las patrañas que se dijeron, tenemos apego por la democracia y nuestro sistema electoral probó ser limpio y rápido.

Lo segundo es que efectivamente Cristina debe haber considerado que dado el nivel del actual gobierno, en estas elecciones tocaba perder. Esto explica su desaparición de la campaña y el apartamiento de figuras kirchneristas de las primeras líneas, como por ejemplo no haber prestado atención al pedido de sus militantes parta que el gobernador Kicillof ocupara el lugar de candidato por su experiencia de gestión y expertise en economía. Y sobre todo, esto explica que le cediera la conducción del peronismo a una figura hasta acá relegada a un rol secundario en la alianza gobernante.

«Las malas gestiones no ganan elecciones» y este gobierno apenas si alcanza a calificar como malo. Más allá de la mítica criatura descripta por el Pepe Mujica, los milagros siguen estando predestinados a los santos y que Massa hubiese llegado a hacer un papel digno en este contexto de 150% de inflación y alimentos escapándose cotidianamente de los bolsillos de los trabajadores, hubiese rozado lo celestial. En este sentido, el tercer punto a destacar es que no estábamos equivocados al afirmar que el doble rol de ministro candidato fue un error: si bien es cierto que ese lugar le permitió a Massa el manejo discrecional de medidas y el uso de los recursos del estado para lograr exposición, el siempre sensible cargo de ministro de Economía de una mala administración terminó siendo un ancla que lo hundió.

Es que en una sociedad que clamaba por cambios, ser parte activa del gobierno liderando las medidas económicas que apuntaban en el mismo rumbo que se venía esto s años era exactamente lo contrario a lo esperado por el electorado. Cómo iba a proponer cambios el ministro que murió con las botas puestas ampliando el gasto?

Parrafo aparte para el otro gran perdedor en esta historia: quien debía ser la fuerza política preparando una nueva gestión era evidentemente el PRO. Desde el vacunatorio VIP para acá, con la caída de la imagen del gobierno de Alberto y sus funcionarios que no funcionaban, se empezó a percibir en las filas del macrismo que «Cualquier cosa que se pusiera en frente, se alzaría con el gobierno» esto en lugar de afinarlos para ser una fuerza monolítica, los dividió. Y la aparición de un tercer jugador en escena se los terminó comiendo. Es evidente que si la fuerza de Macri, en lugar de la guerra civil de las paso, se hubiera fortalecido en una unidad, el balotaje y su resultado podrían ser diferentes. Hoy se limitarán a ser vagón de cola del economista ocupando un lugar en el nuevo gobierno que conoceremos cuando sepamos los nombres del futuro gabinete de ministros.

Así las cosas, un Milei cada día más hecho a la imagen de un mandatario, prepara el traspaso y su gobierno. Qué límites reconocerá el primer presidente libertario del mundo? Cuáles de sus promesas de campaña que efectivamente cumplirá y cuál será su relación con la calle? Solo dios lo sabe.

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