En un «de repente» y para siempre.

Hace un mes y una semana de que sorpresivamente te arrancaron de nuestras vidas. Así: en un «de repente» y para siempre.
Es decir que desde hace 38 días me hacen llorar las cosas que siempre me hicieron sonreir.
Ando como un zombie, cada 10 minutos más o menos me pasa esto: estoy trabajando, paseando los perros, lavando los platos o lo que sea y pienso: Cómo que Andrea no va a volver nunca más? Me desespero, Lloro, trato de componerme y toda la secuencia vuelve a empezar hasta los próximos 10 minutos.
Los fines de semana, que eran mi momento preferido porque podíamos estar los tres juntos, ahora son una especie de pesadilla de terror.
Pero no son solamente los fines de semana. Es muy difícil seguir cada día porque… viste que Sabina decía que «No deberíamos volver a los lugares en donde hemos sido felices»? Bueno, es eso: no tengo adónde ir porque nosotros en estos 15 años anduvimos por todos lados y fuimos siempre felices!
Te acordás de nuestras peleas? eran tan pocas y tan chiquitas que siempre terminábamos riéndonos de la insignificancia por lo que habíamos discutido. Para las cosas importantes éramos siempre un corazón, una cabeza.
Me duelen ver tus cosas esperándote por toda la casa: no toqué nada, solo tu computadora, apremiado por tener que hacer frente a las tareas de tu negocio. Es muy doloroso, pero a la vez es algo tuyo: y siguiendo tu agenda, haciendo las tareas que vos misma te anotabas, me siento como si trabajara para vos, como si vos fueras mi jefa, como si siguieras acá conmigo. Es tu voz guiándome aunque más no sea desde un mensaje recordatorio.
En nuestro dormitorio quedó tu ropa, tu pantalón pijama de corazoncitos… tus cremas en el baño, tu queso blanco en la heladera. Nina en cambio, lo vive de otra manera: apareció el otro día toda maquillada. Por lo que veo se ha apropiado de un bolsito con maquillajes tuyos. Solo atiné a decirle: “Esas cosas son de mami, no?… pero Qué linda que estás!

A propósito de Nina: ayer me acordé de que habías empezado a averiguar lugares en Bariloche porque uno de nuestros planes era tomarnos un finde largo en Septiembre para llevarla a conocer la nieve. Ella no lo sabe. Solo me pregunta cuándo vamos a ir a Disney. Yo le respondo: Vamos a ir! algún día, cuando tengamos plata.
Cuántos planes, cuántos proyectos, cuántos viajes nos quedaron en el tintero! Quién podía prever que de una semana para la otra no te tendríamos más? Qué ironía que tu madre, a la que tanto cuidaste y de la que te hicieron despedir dos veces en vano, te haya sobrevivido. Incomprensible.
A veces me pasa que veo fotos o recordatorios de cosas que hice poquitos días antes del 20 de julio y pienso: lo que daría por estar de nuevo ahí! Para poder correr a abrazarte y llenarte de besos. Tal vez llevarte a internar de antemano y convencerlos de que no tenés una gripe sino una complicación cardíaca en ciernes, para ver si por ahí atacándola antes… pero en seguida caigo en la cuenta de que ya todo pasó y no hay vuelta atrás.
Ayer tuve la mala idea de mirar nuestro chat de whatsapp: podés creer que justo apreté para escuchar un audio en el que me respondías un mensaje donde yo te había dicho que me sentía mal? Vos me respondés con tu ternura de siempre: “Venite a casa así te cuidamos y te ponés bien”. Y ahora? Que voy a hacer si me enfermo? Quien nos va a cuidar a Nina y a mí?
Y cómo haré para tener tiempo para nuevos trabajos? De una radio en la que nunca estuve, gente conocida preguntó por mí. Todo un halago, me encantaría, pero… cómo voy a hacer para tener tiempo para trabajar y cuidarla a Nina? Antes no pensaba en estas cosas porque siempre estabas vos y en eso también éramos un gran equipo.
Y qué iremos a hacer ahora en septiembre cuando en el cole tengan una semana de vacaciones? Cómo me organizaré con ella? y en la vacaciones de verano? Por donde vea, mi vida es como esos paisajes que muestran las películas tras una hecatombe nuclear: tierra arrasada y yerma. Y qué menos! si vos eras el corazón de nuestra familia?

Sin embargo me doy cuenta de que todo lo relativo a trabajo, inconvenientes, trámites son meras excusas para tapar el problema real: Me faltás vos, me faltan tus manos, tu cuerpo, tu sonrisa. Brindar cada noche por el mero hecho de estar juntos. Hablar, de cosas importantes y de bueyes perdidos. Del futuro, del pasado y del presente.
Pero ya no tengo tu voz. Te silenciaron así: en un «de repente» y para siempre. Y yo -por Nina solamente- tendré que aprender a vivir de esta manera.
Categorías
marianorinaldi Ver todo
Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.