Nuestra Historia de amor 12: El último viaje solos.
Imaginate a la persona que amás: con la que compartís planes y sueños. La que siempre está para vos, la que te respalda. La primera en la que pensás ante una noticia importante. Ahora imaginate que de un día para el otro no está más. Nunca volverá y tenés que aprender a vivir así. Esas es mi realidad desde hace 17 semanas y no pasa un día sin que me pregunte: de verdad Nunca más voy a volver a abrazarte?

Por entonces no lo sabíamos, pero aquel de septiembre de 2015, sería nuestro último viaje los dos solos o «de novios» como nos gustaba decir más allá de que nos hubiésemos casado al año y medio de empezar a salir. A los poquitos meses de regresar de ese viaje tendríamos la bendita noticia con la que tanto habíamos soñado. Con Andrea siempre pensamos que aquello sucedió, en parte porque ese viaje fue hermoso, plagado de momentos increíbles. Así que: qué mejor que después de tanta pálida compartir en este posteo algunos de aquellos momentos tan especiales?
El viaje a Estados Unidos tenía para mí dos atractivos (más allá de que todo lo que emprendía con Andrea me entusiasmaba): Primero, que al fin conocería ese país tan vinculado a mi vida desde la infancia. Segundo, que lo haría con ella, que allá jugaba de local porque lo conocía bastante, sobre todo New York.
De entrada llegaríamos a la casa de su hermano, así que mi primer alojamiento en los EE.UU. no sería un hotel sino una casa de famila… de nuestra familia!
Así fue que tras una escala en Miami llegamos al gran aeropuerto O´hare de Chicago. Allí estaban Guille, el hermano mayor de Andrea, con su esposa Marian y con Nico, uno de sus sobrinos.






Nos habían ido a buscar desde donde vivían: St Joseph, Michigan a 1 hora 45 de la gran ciudad de Illinois. Andrea solía decir que New York era la capital del mundo y Chicago la de Estados Unidos.
Llegamos a la casa de Marian y Guille en St Joseph como quién visita a un pariente en Ramos Mejía, todo muy familiar y argento, solo que en pleno «Midwest» americano. Como para que no olvidáramos que estábamos en USA, nos albergamos en el sótano. Eso sí: el «basement» tenía más comodidades que nuestro querido PH de entonces. La recepción de Pancho fue la de viejos amigos!


Saint Joseph era un típico pueblito yankee: con autopistas, mucho campo, un centro comercial tan chiquito como hermoso y playas en el majestuoso lago Michigan. Pero lo que más me impactó fue que la casa de ellos, de nuestros parientes gringos, se parecía mucho a las de los barrios cerrados, aunque daba a la calle, en un vecindario abierto y acaso más tranquilo que nuestros «countries».


Pasamos unos hermosos días con ellos: fuimos a visitar a Lucas, el otro sobrino de Andrea, a la universidad de «Grand Rapids».




También estuvimos por Indiana y hasta en un casino indio en «New Buffalo». Para cerrar esos días juntos, viajamos todos a Chicago, ahora sí, para quedarnos unos días en la imponente «Windy city».
CHICAGO, LA CIUDAD GÓTICA
«En esta parte de la ciudad se filmó parte de la ciudad gótica en la película de batman» me decía Guillermo. A mí más que gótica me parecía hermosa: en especial la parte del agua entre los edificios, una especie de «Puerto Madero».

También conocimos el sensacional «Millennial park» con su gran atracción: el bean (o para nosotros «el poroto»).








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WASHINGTON: UN LUGAR PARA VIVIR
Andrea ya me había avisado que iríamos al Patriotic Mall y a los museos, que son las atracciones típicas de la capital del país, pero por ninguna razón podíamos perdernos «Georgetown» uno de los rincones más hermosos de la ciudad . Y como siempre, tenía razón.
El Patriotic Mall es sin dudas, otro paso obligado de la capital: un gran parque verde vecino a la Casa Blanca, al estilo de los bosques de palermo, a lo largo del cual se encuentran los monumentos a los principales próceres de ese país: Arrancamos corriendo como dos chicos por el costado de la «reflecting pool» para sentirnos Forrest Gump y Jenny en esa inolvidable película.




También conocimos el monumento de Washington (una especie de obelisco, pero bastante más grande) y con un ascensor adentro por el que se puede subir a tener la mejor vista de la ciudad.








Además el célebre monumento de Abraham Lincoln, que tanto aparece en películas y hasta en «Los Simpson».


y por supuesto, el de una de nuestras figuras preferidas en ese país: Martin Luther King Jr.



Más allá del Patriotic Mall, nos sentimos en «House of Cards» almorzando en el buffet del Capitolio




Pasando por la majestuosa «Library of Congress»





Y por supuesto visitando la «White House»! Poder visitar la Casa Blanca fue realmente maravilloso. Con Andrea jugábamos a que le presentaríamos a Titina a «Bo» el perro de Obama. Infelizmente el encuentro con el can presidencial no se produjo. Él se la perdió.
Como para cerrar una visita a una ciudad tan espectacular, el que iba a ser el «día de los museos» se me quedó apenas en el día del «Newseum», porque una vez que entré al museo de la prensa no pude salir por el resto del día, ante la paciencia de Andrea que me bancó como una duquesa.
Cerrando este maravilloso viaje por los EE.UU. nos esperaba la Capital del mundo, pero eso sí: no íbamos a volar… A New York íbamos en tren!
QUIERO VIVIR EN EL AMTRAK
Un tren espaciosos y cómodo, con aire, enchufe, wifi, bar, diarios y revistas uno no lo ve todos los días. Pero así pasamos unas tres horas recorriendo el camino a New York.
El tren era un lujo, pero por sus ventanas pudimos ver algo del «Lado B» de USA: arrabales de Baltimore, orillas de Philadelphia, Newark y suburbios de NYC y otros lugares que no salen en los catálogos de turismo, nos llamaron la atención como para decirnos: ojo que acá no todo es oro.
LLEGAR AL MADISON
Seguramente Sandro habrá pensado «llegué» cuando tocó en el Madison Square Garden. Nosotros en cambio llegamos al Madison con el Amtrak, que nos dejó justamente allí, debajo de ese rincón histórico de la gran manzana, el «Luna Park» de ellos.
La verdad es que fue una semana tan intensa y cargada, visitando y conociendo amigos de Andrea y pasando por algunos de los lugares increíbles que la ciudad ofrece, que para no aburrirlos, me limitaré a contar algunos de los momentos más emotivos.
SECRETARIAS EJECUTIVAS
No muy lejos de la Trump tower Andrea quiso sacarme una foto. Me la sacó, no era mi mejor foto ni mucho menos, sin embargo la cara de Andrea era de sorpesa total… Boca abierta! le pregunté qué le pasaba y me dijo como con disimulo: «Detrás tuyo está Melanie Griffith»

Giré inmediatamente a mirar y casi se muere: «Con disimulo!» me gritó. Efectivamente era ella. Andrea empezó a contarme cómo aquella película «Secretaria Ejecutiva» había influído en su vida: «yo le copiaba cosas, me hice secretaria por ella».
Estaba tan entusiasmada que le dije «sacate una foto con ella». A lo que con la timidez de una nena me dijo «nahh cómo la voy a molestar? es una estrella!». Sin dudarlo le respondí «entonces le hablo yo»
Por esos días, mi trabajo de cronista me hacía encarar a todo tipo de gente, todos los días y varias veces. Una estrella de Hollywood no sería diferente. Además Melanie resultó ser una dulce de leche. Le dije que éramos de argentina, que mi esposa era una gran fan suya y que se había hecho secretaria por ella». Para sopresa de Andrea, Melanie la miró se le acercó y la abrazó.

Sería estrella de Hollywood, pero era gente y se sacó estas hermosas fotos para alegría de Andrea, que todavía no lo podía creer.

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SUPERLUNA EN NEW YORK
Qué posibilidades hay de que te sorprenda una superluna en medio de un paseo romántico con tu ser amado? y cuántas posibilidades de que la sorpresa ocurra en un paseo en barco por el Hudson River en New York? Bueno… a nosotros nos pasó!!!
La superluna de 2015 se produjo el 27 de septiembre, coincidiendo con un eclipse lunar total: es decir un día antes del cumpleaños de Andrea, por eso, esa medianoche en ese barco empezamos a brindar por su aniversario
CUMPLEAÑOS EN EL EMPIRE STATE
Ese 28 de septiembre nos agarró terminando nuestras vacaciones: paseamos por «Serendipity» y después fuimos a comprar un cupcake a «Magnolia Bakery» que según ella me contó, era un lugar emblemático de «Sex and the City» la serie que tanto gustaba a las chicas de nuestra generación. La idea era que esa noche hubiera algo para compartir y una velita para soplar. Después fuimos al Empire State building para ver a la ciudad desde arriba y terminamos brindando en un bar terraza frente al rascacielos, que era el preferido de Andrea.
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Daba fiaca volver, pero ya extrañábamos a Titina… Y cuando empezábamos a acariciar a cada perro que nos cruzábamos por la calle, ese era nuestro termómetro de ya era tiempo de volver a casa.
Había que ffegresar para terminar 2015 en casa,y la verdad es que nuestro ánimo no podía ser mejor. O sí, si que podía. De hecho mejoraría, porque ese cierre de año nos reservaba la noticia más hermosa y esperada por nosotros, pero de eso hablamos La semana que Viene!
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marianorinaldi Ver todo
Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.