Nuestra historia de amor 26: «Cambios importantes a la vista»
Pasó mi cumpleaños, pasaron los siete meses y acá estamos. Siempre extrañándote mucho, pero con el deseo de algún día poder evocarte sin lágrimas y con alegría: como vos te merecés. La vida sin vos al lado no es lo mismo, pero Nina tiene un detector de tristeza mía. Me mira y me pregunta: «Qué pasa papi?». Imaginate que para lo que tenemos por delante necesita un padre despierto y fuerte. Y ese es mi desafío. Por ella y por la fe que vos siempre me tuviste.

Con 2018 pasando su mitad y el 2019 ahí nomás a unos pocos meses, empezamos a pensar en el cumple de dos de Nina y en lo que sería el su comienzo en la escolarización: el jardín de infantes!
Andrea quería un Jardín típico: solo jardín, todos chiquitos de hasta 5 añitos jugando con maestras jardineras dulces. Empezamos a buscar por casa y encontramos varios de ese tipo: eran todos divinos, pero costaban como mandar a Nina a la Universidad.
Entonces su amiga Denise nos sugirió que fuéramos al San Eduardo, un colegio grande a nueve cuadras de nuestra casa de Florida. Nos dijo que el jardín era excelente gracias a Claudia, su directora: «la directora del colegio de Alec la conoce y dice que es una genia». Y allí fuimos a verla.
Cuando llegamos a Andrea (que prefería el colegio chico) le impresionó el tamaño del lugar: era un colegio con jardín de infantes, primario y secundario. Hasta había clases de la UCES! Pero las dudas de Andrea se disiparon de inmediato cuando conocimos a Claudia, la directora. Nos encantó. Nos ofreció un entorno que era justo lo que deseábamos para Nina. Además como el precio era conveniente, el «problema colegio» para el próximo año quedó rápidamente resuelto: Nina iría al San Eduardo. «Vas a ver que con el tiempo va a tener su lugar, va a crecer y pasar etapas. Ese miedo de que tenés ante una institución tan grande va a desaparecer cuando veas que es «Nina» para todos» le dije. Y Andrea, como siempre, confió en mí.

El 9 de agosto de 2018, día en que Nina cumplía 2 años, cayó jueves, así que el sábado 11 le festejamos ese cumple (último sin compañeritos del Jardín) en un lugar lleno de hermosos recuerdos para mí: el sum de su amiga Carmen: ese en donde Andrea me había sorprendido 8 años atrás festejándome un cumpleaños sorpresa en pleno invierno!

Como siempre en estos casos, Andrea se esmeró en la decoración y para ese segundo cumple la temática elegida fue «Minimalitos» unos dibujitos que Nina veía por Paka Paka.
Alí estuvieron muchos amigos y famiiares, para celebrar los dos añitos de vida de Nina y los dos años de papis de Andrea y míos.



Hasta los abuelos de San Luis llegaron para este festejo!

Nina estuvo rodeada de amor, así recibió los dos añitos.


Nina ya estaba lista para salita de dos. El colegio estaba reservado… solo nos faltaba poder mudarnos! Entonces llegó una sorpresa: el departamento de Honduras que Andrea tenía alquilado, aquel donde vivía antes de conocernos, se quedó sin inquilino y apareció una posibilidad de venderlo.
En ese momento de tanto revuelo y desesperados como estábamos por mudarnos, la decisión aparecía clara y ese departamento que ella tenía tan hermoso y que no dudó en dejar para mudarse conmigo a los tres meses de empezar a salir, ahora iba a acercarnos un pasito más a nustra próxima casa… la de familia!
Recuerdo que me pidió ir a despedirnos. Y fuimos con Nina. Ella intentó explicarle cosas que había vivido ahí a una nena que encontraba muy interesante que el departamente -a diferencia de su casa-estuviera completamente vacío!
La venta del departamento de Andrea terminó de decidir la suerte de la casa de mi madre en San Isidro, que estaba en venta hacía como un año sin que hubiera novedades: cambiamos de inmobiliaria y lo retasamos poniéndolo a un precio mucho más vendible. Así nos dirigíamos a un 2019 en el que esperábamos mudarnos y empezar el cole de Nina.

Ese fin de año llegó con mi semi empleo, siempre en Milenium en donde compartía micrófono con «la chiqui chica» Melina Monti que había sido la última locutora de Paluch y el exprimidor hasta ahí. También estaba Ceci Bobes, una histórica de Milenium. Esos días eran livianos laboralmente… como mi sueldo!

Yo seguía obsesionado con la mudanza de casa, algo complicado porque solo teníamos la mitad del camino hecho: apenas se había vendido el departamento de Andrea. El tema era que sin referencia cierta del dólar los precios del mercado inmobiliario se habían inflado… absurdamente en dólares! Pedían cualquier cosa!
Pasaba las tardes yendo a visitar una casa con la que me había obsesionado a pocas cuadras de casa en Florida.

Allí la pobre Nina bebé en su «trineo» tirado por Fígaro y Titina no sé cuántas tardes habrá pasado. Era grande y estaba relativamente accesible por una cuestión: casi que había que hacerla de nuevo! estaba destruída!
Yo grababa estos videos y se los mandaba a mi amor, Andrea que seguía pasando sus tardes y sus noches en su negocio volviendo a casa cerca de las once.
Y así pasamos este 2018 incómodo, de resistencia, de aguantar y con pocas buenas noticias, pero el 2019 sería un año de cambios lindos. De todo eso les hablaré -dios mediante- La semana que viene.
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marianorinaldi Ver todo
Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.