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Nuestra historia de amor 35:  «Una nueva oportunidad»

Seguramente ninguna muerte sea preferible: tratándose de seres queridos muy cercanos como una pareja o un hijo, se trata de un agujero inmenso, de un naufragio del que debemos sobrevivir como se pueda. En mi caso, la muerte de Andrea llegó de un día para el otro y sin preaviso, por lo que he dicho siempre que «no tuvimos tiempo para prepararnos». Como si una agonía y ver la degradación de la persona amada fuese preferible. Ciertamente no lo es. Una vez más: ninguna muerte de tu ser más cercano es preferible, todas nos arrasan. Lo que sí es cierto que la partida sorpresiva y casi inmediata de mi amor nos dejó muchos conversaciones pendientes. Cada tanto, alguno de los temas en los que estábamos, resurge y el agujero en mi pecho que no se vé, pero está, se siente con más fuerza.

Después de pasar las fiestas de ese 2020 -primer año encerrados por la pandemia- en casa, empezamos a reunirnos con la familia: el aire de la terraza nos daba tranquilidad ante posibles contagios, por los «cruces de burbujas».

Vacaciones en algún destino turístico no habría ese verano: no habría ningún hermoso balcón en la costa, ni aviones ni granjas… pero teníamos nuestro «Vilo Rooftop»! Con sus asados que yo preparaba, con los “traguetes de colores” de Andrea y con Nina y su piletita inflable a la que le debíamos buena parte de nuestra alegría por aquellos días.

Ni bien arrancamos el año Nina tuvo una sorpresa de algo que recién empezaba a registrar… Llegaron los reyes magos! Ella les había dejado agua y pastito y a cambio ellos y le trajeron un regalo que le encantó!

Insólitamente en la provincia, los niños seguían estando encerrados, por lo que Nina disfrutaba cada día más de esas vueltas manzanas con sus perritos, que para ella eran como un paseo por “Temaiken”. En una sola vuelta a nuestra manzana se cruzaba siempre con un San Bernardo, loros, un conejo, peces y varios gatitos!

Pero ese año que empezaba era electoral, por lo que se discutía fuerte y sobre todo a instancias de los padres, el tema de alivianar la cuarentena y permitir las clases presenciales: si este año debería haber de una buena vez, clases presenciales. También había llegado la vacuna rusa y algunos discutían si aplicársela o no.

UN LLAMADO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA

A mediados de ese enero diferente, de encierro y Punta Terraza, apareció lo impensado: un viejo colega de la calle me llamó para ofrecerme trabajo. Había sido muchos años cronista de un canal de noticias y ahora estaba manejando un nuevo canal, surgido en plena pandemia, que se llamaba “IP”.

Por supuesto, siempre es un halago que piensen en uno, pero me sentí obligado a recalcarle que yo televisión no había hecho: “No importa -me dijo- necesito alguien que conozca la calle”.

Y eso si que lo sabía: 20 años de cronista mañana y tarde me permitían sentirme confiado en ese sentido.

Pero la propuesta tenía una advertencia: “Mirá que no vas a tener cámara, eh? Es para la mesa de noticia y manejar los móviles… pero es en blanco y por convenio!«.

Esas palabras fueron mágicas! Después de trabajar por décadas en radios con negreros y malos pagadores, para mí “Aguinaldo” era el 9 de Brasil.

Arranqué febrero de 2021 con trabajo, en blanco, registrado. En seguida advertí que mis antecesores no tenían mucha idea de cómo cubrir el ÁMBA, mandando el mismo equipo por ejemplo a cubrir algo a Quilmes y después a San Isidro, es decir: perdían más tiempo viajando que laburando.

Otro tema que cambié de entrada fue que los relevos los hacían en el canal… una locura! Lo primero que implementé fueron los relevos en el destino.

A los pocos días un cámara me vino a saludar “Te quería conocer porque por fín estamos trabajando más que lo que viajamos… ya me sentía un remisero!” Me dijo.

Pero también mis jefes me reconocían. Guardo de IP el mejor de los recuerdos. Una época de crecimiento y aprendizaje. El tiempo me llevaría por mejoras que en realidad teminarían siendo “peoras”, pero esa es otra historia y viene más adelante.

Andrea estaba orgullosa: “Te lo merecés” me repetía. Así me veía siempre ella, con esos ojos. Pero lo más importante es que este nuevo trabajo nos permitía el alivio económico de no tener que estar sobreviviendo de ahorros.

Sin embargo, Andrea volvió a sorprenderme una vez más: un día me preguntó «Te gusta este trabajo?». Yo la miré como sin entender. Entonces ella aclaró: «Yo te conocí siempre amando lo que hacías cuando trabajabas en la calle. Ahora que estás adentro y no salís al aire… te sigue gustando? no me gustaría que por tratar de que nosotras estemos bien sacrificaras eso». Realmente no conocí a otra persona como ella.

Ese 18 de febrero, día de mi cumpleaños el festejo fue especial: siempre me despertaba con un super desayuno, pero el de ese día fue extraordinario!

Como siempre en nuestros cumpleaños nos tomamos el mediodía para almorzar los dos solos. Fuimos a un lugar que le gustaba a ella en donde hacían sushi… era tan raro estar al fin sin Nina!!!

Era la primera vez que estábamos sin nuestra hija en meses… La amo, pero volver a compartir un día Andrea y yo solos fue el verdadero regalo!

«Vasos vacíos»

como una especie de profecía, en el festejo de febrero 2021 a la salida de la cuarentena, nos reunimos pocos. En la terraza, me cantaron Claudita, mi hermano del alma Gonzalo y mi amor Andrea. Hoy esos vasos están vacíos, pero ellos -de distintas maneras- llenaron de amor mi corazón.

VUELTA AL COLEGIO!

Al mes siguiente, en Marzo finalmente Nina pudo volver a ver a sus amigos: el régimen era mixto: alternando clases virtuales con presenciales y llevando el BARBIJO PUESTO TODO EL TIEMPO… pero al menos ya no estaba sola y encerrada!

Así volvió al colegio, a encontrarse con sus compañeritos y amigos. Ahí estaba el histórico Ernesto: su amigo desde sala de dos!

Eso si: primero había que ponerse alcohol en las manos!

Pero lo más lindo fue que finalmente Nina pudo encontrarse con Hanna y Sofi: dos de las «amigas» que aparecían en el zoom, que ahora finalmente se convertían en amigas reales!

De repente, pese a seguir en pandemia, la cuarentena cedía: Andrea trabaja con los hoteles, yo estaba en la tele y en blanco y Nina había vuelto al colegio… las cosas parecían arreglarse después de todo!

En ese momento ni me imaginaba del golpe que se aproximaba: estaba a punto de perder una de las personas más importantes de mi vida, pero de esoles hablaré -si dios así lo permite- la semana que viene.

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marianorinaldi Ver todo

Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.

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