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Nuestra historia de amor 42: “Tiempo juntos”

El año se acerca y el dolor no se aleja. Cada vez es más palpable la pérdida, la ausencia. Cada día es un paso alejándonos más de los últimos momentos juntos. Pero si tuviera que contarte algo positivo, algo que estoy seguro de que ya lo sabés, te hablaría de cómo Nina ha ido desbloqueando tu recuerdo. De cómo te evoca. Desde preguntarme cosas como “Tendrá frío mami en el cielo?” Hasta otras como ver un video de una mamá feliz con un bebé empezando a caminar y preguntarme: “Estaba contenta mami cuando yo empecé a caminar?” Para nosotros no te fuiste, estás espiritualmente en cada sonrisa: Cada mañana, cuando nos abrazamos con Nina, volvemos a ser tres corazones.

Ya sin Titina, volvíamos a ser cuatro. Más allá de que Andrea tomó bastante bien su partida, su preocupación era por Nina. Así que se tomó unos días en su trabajo y me dijo: “Estas vacaciones de invierno vamos a ir a pasear mucho: yo me voy a ocupar”.

Y cumplió con creces!!! En esas dos semanas de julio de 2022 fuimos:

A tomar el te con las princesas al teatro “El Núcleo”

A ver a “Canticuéticos” al teatro!

Y hasta a ver a Masha a la avenida Corrientes!

De alguna manera, a base de acompañamiento y diversión, Andrea lo había conseguido. Y aunque Nina siempre la recordaría a Titina, pasó feliz sus vacaciones. Hasta el día de hoy me pide “volver a tener un perrito como Titi”. Quiere un caniche apricot al que llamaría «Cuky». Cosas de su cabecita.

Como todos los Agostos, le celebramos el cumple. Y como siempre, Andrea se ocupó personalmente de que la fiesta fuera hermosa: en esa época, nuestra pequeña estaba a full con Frozen, y en particular con Olaf, así que de alguna manera Andrea se las ingenió para que el divino del dueño del salón que alquilamos, aceptara quedarse dentro de un disfraz muy caluroso hasta las fotos y las velitas…

pero Olaf festejó y posó con Nina y las princesas!

Nosotros dos también pasábamos por buenos momentos: por primera vez en mucho tiempo, al fin coicidíamos en estar trabajando bien. Por eso nos animamos a planificar un par de viajes para dejar atrás las malas ondas de la pandemia, la cuarentena y sobre todo, las pérdidas de gente muy amada que habíamos sufrido.

Andrea planificó una escapadita de 4 ó 5 días a Carlos Paz, aprovechando que en el colegio de Nina se festejaba el “Springbreak”. Pero lo más importante: empezó a planificar las vacaciones del verano.

Yo sentía la necesidad de volver a Rio, a ese balcón que había sido nuestro escape al horizonte, la luna y el mar en aquellas últimas vacaciones soñadas antes de que el mundo cambiara. Necesitaba saber que todo estaba allí, que el mundo seguía. O eso por lo menos, quería pensar yo. Sería realmente así?

Mientras tanto, aprovechábamos el hermoso vínculo de Nina con su tía Laura, para hacer algunas salidas “de novios” como les decíamos.

Cada tanto se quedaba a dormir con mi hermana y nosotros podíamos salir solos. Como por ejemplo, la vez que Andrea me sorprendió invitándome a un show de jazz en un bar de Palermo.

Otras veces la iba a buscar a la salida del canal, pasado el mediodía, y aprovechábamos esas horas hasta la tarde, cuando Nina salía del Colegio, para ir a comer o a pasear juntos.

Sin embargo, no todas eran salidas “de novios”. También nos gustaba salir en familia, a pasear, al teatro, a comer o a cualquier lugar donde hubiese animales, que eso a Nina la hacía muy feliz.

A propósito de animales, Figarito quedaba como el rey de la Casa, el “Mimado” de Andrea (aunque a veces compartiera los mimos con el gatito Grizzy, ocasional visitante)

Llegó septiembre y con él, la primavera y el mentado “Spring Break”. Mientras nos preparamos para el viajecito a Córdoba, aprovechamos los días de Nina sin clases para hacer algunos paseos, como por ejemplo al hermoso “Jardín Japonés”

Nina no lo sabía, pero no era su primera vez allí: Este hermoso lugar s había abierto las puertas para sacarnos fotos cuando estaba en la panza, a punto de salir

Ahora volvíamos los tres y ella se maravillaba con las flores, los origamis y los peces de colores.

Estábamos a poquitas horas de un nuevo viaje familiar, y eso nos llenaba de alegría, pero de eso les hablaré -Dios mediante- la semana que viene.

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marianorinaldi Ver todo

Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.

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