Saltar al contenido

Nuestra historia de amor 46: Antes del fin.

No lo sabíamos. y ¿cómo podríamos saberlo? pero ese 2024 que se iniciaba con un festejo familiar entre Andrea, Nina y yo, sería nuestra última celebración de un año nuevo unidos.  ¿Cómo imaginarlo, si estábamos los tres bien de salud, con trabajos, ocupaciones y proyectos, próximos a pasar unas hermosísimas vacaciones y en medio de lo que sentíamos una vida feliz?

Como ya empezaba a ser costumbre, recibimos el año 2024 en nuestra terraza, los tres con los perritos y comiendo sushi. De fondo, la música disco que pasaba siempre nuestra radio preferida: Una FM de Rio de Janeiro, musicalizadora de incontables noches nuestras. Parecía el inicio de otro año feliz. Uno más en nuestra hermosa vida juntos.

Es una mañana de los primeros días de enero de 2024: hay sol, pero está gratamente fresco para ser verano. Andrea, Nina y yo esperamos bajo los todavía tenues rayos solares, junto a nuestras valijas, por el remise que nos llevará al aeroparque para empezar unas hermosas vacaciones en Córdoba. Nos lleva el «cordobés» un remisero conocido de muchos años, con quien vamos todo el viaje comentando de las delicias que ofrece su provincia.

Esa imagen, ese momento, esa sensación física me quedó tan grabada en la memoria que durante el año tan duro que siguió y en los peores momentos, como por ejemplo cuando esperábamos para ir al hospital de Vicente López, para la primera psicoterapia de Nina tras la muerte de su mamá, volvería a mi mente, una y otra vez ese calor, ese aroma, esa ilusión de aquél viaje feliz de 2024 que estaba empezando.

Llegaríamos al aeropuerto de córdoba, en dónde gestión de Andrea mediante, un auto nos esperaba para llevarnos a nuestro primer destino: «El 44» una reserva en la zona del Uritorco por Capilla del Monte, en plenas sierras cordobesas, que resultó ser… mejor de los esperado!!!

Pensado por Andrea para nuestra tranquilidad, pero sobre todo, pensando en Nina, que como me he cansado de repetir: amaba a los animales!

Este lugar espectacular tenía casas de sierra con vistas de montaña, pero también casas de granja que tenían un pequeño corral en el cual cada mañana dejaban un pequeño animalito a nuestro cuidado.

Además estaba a pocos pasos de la granja… Realmente era imposible encontrar algo que le gustara más a nuestra hija!

Claro está que Nina tenía a quien salir y Andrea… también amaba a los animales!

Pero además el lugar era realmente espectacular… mejor de lo que esperábamos: las habitaciones, los muebles, todo era más confortable que en nuestra casa. Eso sin contar las maravillosas vistas naturales que parecían meterse por cada ventana.

Sin embargo, el corazón del lugar no estaba dentro de la casa, si no afuera. Más concretamente en el deck que daba al fondo, desde donde se podía bajar directamente para la granja. Ese deck hermoso de madera tenía unos muebles impresionantes y cómodos, pero además contaba con un horno de barro que podía prenderse para hacer cualquier cosa rica con leña que la gente del lugar nos traía y nos ponía a arder… como si fuera necesario que alguien me prendiera el fuego a mí!

Qué podría haber salido mal en un lugar así?

Si como siempre les digo: nosotros éramos felices apenas estando juntos… se imaginan estando en un paraíso semejante? fueron vacaciones soñadas!

Por supuesto no teníamos ni la menor idea, ni siquiera una sombra de sospecha, de que serían nuestras últimas vacaciones juntos, pero si tuviera que elegir unas vacaciones felices entre todas las que tuvimos, siendo cada una distinta y hermosa, creo que estas de Córdoba serían un buen cierre.

Me impresiona ahora que vuelvo a ver el reel que hizo Andrea, que lo haya musicalizado con esta canción que dice:

Para mi vida, quiero tu vida
Para que sea infinito
Parecería escrito para nosotros nada más
Si vuelvo a vivir, te vuelvo a elegir
Para siempre
Para siempre

Si cruzo mares y abrazos
Si por si acaso el tiempo no se duerme
Siempre elegiré por detenerme
Para verte

Si el amor nos perfecciona
Nada tengo para mejorar

Para mi vida, quiero tu vida
Para que sea infinito
Parecería escrito para nosotros nada más
Si vuelvo a vivir, te vuelvo a elegir
Para siempre

Casualidad?

Pero bueno, esa semana hermosa tenía una contraparte que era -según ella lo había pensado- un intermedio para que el choque no fuera tan grande con la vuelta a la ciudad: nos quedaba una semanita más en Carlos Paz, dónde tan bien la habíamos pasado un par de años atrás.

Volvimos felices de Córdoba! y como siempre hacía, Andrea se puso a editar videos de nuestro viaje. Nuestra colección privada! Ella no cerraba las vacaciones hasta no terminar estos videos. De ese viaje solo quedó inconcluso el video final. Nos quedaba juntos apenas un puñado de meses por delante.

Ni bien volvimos, fuimos como siempre a almorzar con la abuela Marisa, para llevarle regalos. La cara de Andrea nunca dejó dudas de lo que disfrutaba esos momentos, pero lo más importante era que Nina también estaba pudiendo disfrutar de su abuela!

En casa, Fiorella, no paraba de hacer de las suyas. Yo se los había advertido, pero ellas no me escucharon! Igual a Nina y Andrea el enojo con ella les duraba poquito.

Antes de que el año empezara a acomodarse… empezaron los problemas! El gobierno de Milei había bajado totalmente la pauta oficial, pero más allá de eso, había producido una devaluación con una consecuente caída del consumo que hizo que la facturación en canal 9 cayera casi a la mitad.

Por eso nos avisaron que empezarían los retiros voluntarios y como yo era de los últimos incorporados al canal, tenía todos los números. Así que siguiendo el consejo de Andrea, decidí agarrar la plata porque total «algo aparecería».

Ahí quedó mi historia con el grupo octubre: excelente experiencia con IP (antes de que empezara también la debacle de este canal) y posteriormente una amarga experiencia en canal 9, sobre todo por el destrato de gente con la que había convivido desde hacía muchos años, pero de ese trago amargo no bebe mi corazón.

Tal cual había dicho Andrea, algo apareció. Y era algo que no tenía las condiciones de mi trabajo anterior, pero que por lo menos me permitía pasar este momento de crisis con trabajo. Pero lo más importante de todo es que esta vez sí trabajaba con verdaderos amigos: como la genial periodista y maestra de periodistas Silvina Brandimarte!

Sin embargo Junio llegó con más problemas: Otra vez la salud de mi suegra estaba comprometida por lo que nuevamente hubo llamada de madrugada. Y si bien esta vez al menos no le hicieron despedirse a Andrea de su madre, Marisa quedó internada en la Trinidad de Thames, en Acassuso.

Allí fue Andrea todo ese mes de junio, día por día, para que su madre comiera.

Resulta que al ser no vidente, le dejaban la comida ahí y si no había un familiar que le diera de comer, se quedaba sin poder hacerlo. Por esa razón Andrea fue todos los días de ese mes y cuando digo todos los días, digo: sábados, domingos, diás hábiles y feriados.

Uno de sus orgullos mayores fue ver que nuestra niña la acompañaba y además se sumaba a las tareas de ayudar a su abuela… digna hija de su mamá! Andrea estaba muy orgullosa!

Tal vez ese mes en el sanatorio, con Andrea yendo todos los días allá, haya tenido que ver con el tremendo desenlace que nos esperaba el mes siguiente, pero de eso les hablaré Dios mediante la semana que viene.

Avatar de marianorinaldi

marianorinaldi Ver todo

Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.

Deja un comentario