Siempre puede empeorar: trascienden denuncias de abuso sexual en centros para niños migrantes

El diario «Arizona Republic» dio cuenta de la existencia de denuncias policiales de acoso y abuso sexual por parte de empleados de dos albergues para niños migrantes en la zona fronteriza de los EE.UU.

Dicho periódico accedió a reportes policiales de 2015 que reflejan que un menor de 15 años no acompañado, proveniente de Centroamérica y que apenas llevaba dos días en el sitio de acogida, reportó haber sido abusado a una psicóloga del albergue, quien contactó a las autoridades policiales.

El menor, que en 2015 se encontraba en el albergue «La Estrella del Norte», en Tucson, denunció que un empleado de nombre Óscar Trujillo lo había “tocado en el área de sus genitales sobre su ropa y trato de bajarle los pantalones en diferentes ocasiones”.

En la denuncia dice que Trujillo entró al cuarto del menor y comenzó a tocarlo y hacerle cosquillas en su estómago mientras le decía “que le podía dar todo lo que él necesitara”.

Trujillo, negó todas las acusaciones, pero fue sentenciado a tres años de libertad condicional por abuso sexual ya que fue grabado entrando al cuarto del menor en tres ocasiones, por un periodo de 30 segundos cada una, en una de las cuales intentó bajarle los pantalones.

El condenado había sido sancionado por usar el baño de los menores con uno de ellos presente. Los administradores del albergue, operado por la organización «Southwest Key», con sede en Texas, dijeron que los empleados tienen prohibido entrar solos al cuarto de un menor y si lo hacen no pueden estar más de cinco segundos, a la vez que un pie debe permanecer en el pasillo para que las cámaras de seguridad lo puedan captar.

Más recientemente, en mayo de 2017, una menor de un albergue en Glendale, Arizona – operado por la misma organización responsable del albergue de Tucson– denunció que un empleado le hizo comentarios inapropiados cuando salió de ducharse.