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Siempre detrás de los hechos consumados.

La solución después de los muertos no es solución.

Más argentina que el dulce de leche, la costumbre de llegar a los problemas sobre los hechos consumados se vuelve intolerable ante la irreversibilidad de la muerte. Así como Ibarra clausurando boliches después de cromañón, causa una mezcla de impotencia y bronca ver cómo se encuentran narcos y búnkers mientras los cuerpos de las víctimas de la cocaína adulterada están tibios todavía.

Hace un par de días la policía tenía la orden expresa de no ingresar en esos barrios. Ante los cuerpos apilados, llegan las fuerzas policiales a reventar guaridas y apresar capos narcos en esos mismos lugares. Anteayer no podían hacerlo y ahora sí? por qué? Y ahora quién les devuelve la vida a las víctimas? Quién no pensó antes ni en ellos ni en sus seres queridos?

Capos narcos apresados y liberados a los diez minutos ante el accionar sumamente sospechoso de la justicia. Mafias que se mueven en la impunidad según dicen algunos vecinos, por los bolsos de guita que les pasan regularmente a los que ahora se los llevan esposados. Funcionarios que se ocupan del narcotráfico cuando les explota la tragedia.

La muerte es irreversible. Ya no sirve de nada lo que se pueda hacer. A estas víctimas y a sus familias por lo menos, ya no les sirve. La nueva urgencia de las autoridades les llega tarde. Y entonces? No se puede hacer nada?

Lo único que tendría algún sentido sería empezar a recuperar la calle: controlando a la policía y exigiendo a los funcionarios la misma celeridad que mostraron en estos dos días, pero… para siempre desde ahora en adelante! Porque ya vimos muchas veces la urgencia que dura mientras están las cámaras de TV.

No es cierto que la pobreza y el consumo estén fatalmente ligados. Primero porque el consumo es transversal y no perteneciente a una determinada clase social y segundo porque las drogas son desde siempre las sustancias más relacionadas con el hombre después de los alimentos. Pero esto no significa el grado de inmersión que actualmente tienen los estupefacientes en nuestra sociedad, alimentando como combustible de avión a la delincuencia y al crimen que genera la adicción de gente que prácticamente deja de existir debajo del imperio de los narcóticos.

Dicen que el manejarse en términos del todo o nada es infantil, irreal o propio de aquel que sobreactúa una situación buscando que esta no cambie. Pero estoy seguro que entre el mundo ideal y este desmadre tiene que haber unos cuántos matices, varios escalones por subir para que cada vecino en cada barrio pueda aspirar a una vida un poco mejor.

marianorinaldi Ver todo

Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.

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