Nuestra Historia de amor 9: México lindo y querido

Un abrazo, nada más. Eso es todo lo que pido. Pero no cualquier abrazo: un abrazo tuyo. Uno de esos que me encendían, me confortaban, me respaldaban, me templaban. Un abrazo que era caricia y fuerza y que se sentía como un rayo de sol en una tarde de invierno. Necesito tu abrazo más que el agua para que mi corazón no se seque y destiña a la intemperie. Queda tu sonrisa en la luz más celeste del cielo. Tendré que aprender a encontrarla y sentirla en cuerpo y alma porque ya sé que tus brazos, desde hace 14 semanas no estarán nunca más.
Después de que nuestro primer tratamiento de fertilización fracasara y buscando el lado postivo de la cosa, le dije a Andrea: «Menos mal que salió la ley y esto es gratis, si no estaríamos super endeudados por nada». Ella me miró sin sonreir y me dijo: «No fue gratis». Entonces comprendí que más allá del costo económico este tipo de tratamiento tenía un costo emocional y físico que yo no pagaba, pero ella sí.
Mirando su carita visiblemente hinchada por las hormonas que le recetaban, entendí también que más allá de que la ley otorgara la posibilidad de tres tramientos al año, al menos en nuestro caso sería posible uno anual o a lo sumo dos si estaban convenientemente distanciados entre los dos semestres.
Una forma importante de resetear y empezar de nuevo había sido siempre para nosotros la posibilidad de viajar. Los viajes tenían esa capacidad de abrir la cabeza y dejar volar la mente: conocer lugares nuevos, vivir experiencias diferentes y gambetear a la rutina los dos juntos. Pero adónde podríamos ir sin dinero?
Entonces aquel golpe de suerte que había tenido en 2013 cuando me gané el viaje a un All Inclusive de lujo en Punta Cana regresó duplicado. No! no volví a ganarme un viaje de LAN! Esta vez la gente de Meliá se comunicó conmigo para ofrecerme un canje: El gerente de los Paradisus de México venía a la Argentina y ellos precisaban un periodista que lo entrevistara y alguien que difundiera esa nota en algún programa y en redes. Conmigo tenían las dos cosas!
Imaginen mi sorpresa cuando la gente de ese increíble lugar me ofreció un canje por dos semanas! una en el Paradisus de Cancún y otra en el de Playa del Carmen. Hace falta decirles que acepté?
Cuando le conté la novedad a Andrea volvió a sonreir. Y ustedes ya saben que su sonrisa para mí era como la salida del sol.

Pero ni bien Andrea se repuso de la sorpresa, lo pensó un poco y me dijo: «Vos no podés pasar por México directo para la Riviera Maya sin haber estado en el DF». Gracias a dios (y como siempre) le hice caso: México fue un amor a primera vista.
Por su trabajo en Bloomberg ella había recorrido toda América y sabía que la ciudad de México para mí sería una parada obligada. Por eso sacó los pasajes disponiendo un stop de tres días enteros en el DF.
Yo ya era un enamorado de la comida mexicana, pero el país me dejó estupefacto. Primero déjenme decirles que la gente (no los guías turísticos -que no estuvimos con ninguno- si no la gente en la calle) era super amable y dispuesta. Después… qué decirles de los paisajes? son de película! Y por si faltara algo, la cultura! La historia de México es realmente ancestral y sus ruinas arqueológicas son maravillosas.
El primer día en la capital mexicana nos encontramos con nuestra amiga Xime, otra argentina que -como había hecho Andrea tiempo atrás- andaba haciendo una gran carrera en empresas multinacionales de las grandes por el mundo. Y en ese tiempo coincidimos en tierras aztecas. Ella fue nuestra anfitriona en Coyoacán: con ella visitamos la casa de Frida Kahlo, un lugar que Andrea ya conocía y con mucha razón creyó que no podría faltar en mi memoria.
También en Coyoacán visitamos la Casa de Trotsky y la feria del barrio. Fue una tarde hermosa.







Por la noche fuimos a la Colonia Roma, un lugar como Palermo con bares y también a Polanco, en donde fuimos a un bar secreto con luchadores y todo!







El segundo día fue de viaje: a unos pocos kms de la ciudad se encuentra «Teotihuacán# la ciudad de los dioses es decir: las misteriosas ruinas de una ciudad que fuera abandonada habiendo sido de las más grandes en la era prehispánica. Por sus calles se puede visitar a las pirámides del sol y de la luna: una experiencia inolvidable!












De regreso pasamos un lugar que marcaría de alguna manera nuestro viaje: El santuario de la virgen de Guadalupe.
Es un lugar místico por lo que encierra su historia y por la adoración de los mexicanos -y el resto de los americanos- por ella. Sensibles como estábamos en nuestra búsqueda por ser papás, no faltaron las promesas y el deseo de poder volver un día siendo tres.







A la mañana siguiente pude conocer lo que sería la «Plaza de Mayo» mexicana, es decir el inmenso «Zócalo». Al igual que nuestro centro histórico de Bs As, en esa lugar se encuentran la catedral de México y el Palacio de Gobierno. Lugar que visitamos para poder apreciar los fabulosos frescos de Diego Rivera.











Pero la gran sorpresa al menos para mí en esa zona del Zócalo, fue que excavando para hacer el subte, hace no tantas décadas , entre el palacio de gobierno y la catedral encontraron las ruinas de Tenochtitlan! imagínense la emoción de poder visitar esa antigua ciudad, capital del imperio Mexica, de la que tantas veces me hablaron en la escuela! Ahí mismo los mexicanos levantaron el museo donde se exiben los hallagos de esta imponente capital del pasado










Haciendo un salto en la historia pasamos esa tarde del mundo indígena al lado europeo mexicano… me crerían si les digo que en plena ciudad ellos tienen un pequeño Versalles? El Castillo de Chapultepec fue diseñado por los virreyes de fines del siglo XVIII y la verdad que estando en él uno se olvida por un momento que realmente está en América y no en Europa. Vale tanto la pena visitarlo!















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Finalmente ese día y no muy lejos allí, el monumental museo de Ciencias Naturales que según dicen precisa de de dos o tres días parta poder ser visitado íntegramente.
Yo apenas le tomé unas horas porque iba directo a encontrarme con algo que amo desde niño: En la casa de mi abuela, presidiendo el living se encontraba una réplica del Calendario azteca, algo que llevé innumerables veces al colegio cuando tenía que exponer de culturas amercanas. Tanto vínculo tuve con él que es una de las pocas cosas de la casa de mi abuela que conservo: Hoy está en mi living!
La emoción al encontrar al verdadero y ver su tamaño fue tanta que en la foto que nos sacamos con Andrea no se aprecian, pero yo estoy llorando.

Como sea: ese museo de Ciencias Naturales merece ser visitado por múltiples razones, más allá de mi historia personal con el calendario Azteca.











Cuando finalmente tocamos la increíble Riviera Maya, yo ya podría darme por satisfecho! Con todo lo vivido en en esos apenas tres días la gran capital mexicana hubiese podido volver feliz a Argentina, pero… Todavía nos faltaba la playa!
Primero conocí el más hermoso de los caribes: el agua turquesa de Cancún no tiene comparación: les dejo un video de nuestra experiencia por aquellas playas!
Posteriormente fue la singular playa del Carmen: en seguida entendimos por qué este lugar se había convertido en uno de los destinos preferidos de los argentinos. No fue difícil. Vean si no:



















Y cuando creía que lo había visto todo… Andrea me hace descubrir «Tulum» el hermoso puerto de los Mayas en donde uno puede bañarse en una ciudad antigua. Imaginate estar en el mar bañandote, mirar para atrás y ver ruinas ancestrales… Eso es Tulum!
Así las cosas, al volver a casa tras el viaje estábamos encendidos… podíamos darle energía al sistema interconectado! Nos sentíamos rebozantes de alegría! habíamos quedado enamorados de México y de su gente, de su cultura y de sus paisajes. Nos juramos volver algún día. Es más: queríamos ir de a tres a Guadalupe a agradecer, si la Lupita nos concedía la gracia que le habíamos pedido!
En ese estado encaramos nuestro segundo tratamiento y los resultados en principio no pudieron ser mejores: obtuvimos tres gametos, de los cuales dos eran de excelente calidad. Implantárselos a Andrea sería el próximo paso. De repente sentimos que finalmente estábamos a un paso de ser papás…
Se nos daría esta vez?
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marianorinaldi Ver todo
Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.
Hermosa nota