Hijos de puta
Existen en nuestro país peleas clandestinas de perros, variante mucho más cruenta de peleas de animales que la ya conocida de las riñas de gallo. En ambas variantes los propósitos son los mismos: apostar. Esto existe, es verdad… «aunque ud. no lo crea»
Las riñas de gallo pueden llegar a tener algún viso de defensa: sus seguidores aducen ritos y costumbres ancestrales, folklóricas… Los impulsores de las peleas de perros, en cambio, no tienen justificación ninguna.
En las riñas de gallo existen dos variantes: se le pueden poner especies de guantecitos en los espolones, cuando la riña es más «de ciudad». El propósito es que la riña sea más una exhibición para que la gente apueste. Campo adentro, la cosa cambia: en vez de guantecitos protectores se les pone púas. El veterinario consultado no puede ser más explícito: «Imaginate que boxeás pero en vez de guantes te ponen cuchillos en las manos». En estos casos, obviamente, las peleas son a muerte. Todo es por el afán de apostar porque gana el que queda parado, que generalmente acaba muriendo al tiempo, aunque más no sea por una septicemia.
Pero la violencia en la sociedad crece y consecuentemente la sed de sangre. Los que años atrás sentían «adrenalina» (o vaya a saber qué) por ver a los gallitos matarse, hoy necesitan algo «más fuerte».
«Bull-Terrier», «Bulldog», «Dogo-argentino» y «American Pit-bull» son algunas de las razas preferidas por los «managers» de estas cruentas peleas clandestinas. En nuestro país hubo detenciones en Salta y en Córdoba. Esta última provincia es lugar en donde este tipo de enfrentamientos más proliferan.
Pero también en Chile existe esta aberración: recientemente 8 individuos fueron condenados a 3 años de prisión por organizar peleas de Pitbulls. Los carabineros secuestraron además 19 animales «mal alimentados y con lesiones de consideración».
Recientemente en la provincia de Buenos Aires hubo denuncias de este tipo de peleas sangrientas en donde generalmente muere un perro y el otro queda maltrecho.
Lo que está creciendo paralelamente en la provincia son las carreras de galgos. De hecho en algunos pueblos o pequeñas ciudades del interior -por caso Las Flores- existen ya galgódromos. En estos casos se apuesta también, pero al menos los perros no sufren, al contrario: tienen cuidadores y entrenadores.
El problema es que no todos los perros son Galgos…
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marianorinaldi Ver todo
Periodista. Cronista.
Conduzco de "La Semana que Viene" programa que se emite por Radio Simphony.
También trabajo en el programa "En la trinchera" de Radio Led.
Fui Cronista de "El Exprimidor" (2002 hasta su finalización en 2019) reemplazando a Ari Paluch en la conducción en varias ocasiones.
Cronista de "El Rotativo del Aire" de Radio Rivadavia (entre 2001 y 2010).
Acreditado en Casa de Gobierno (2003/2018).
También Cronista y asesor parlamentario.
Realicé coberturas nacionales e internacionales como enviado por ejemplo al rescate de los mineros en Chile, Elecciones en España y Paraguay, Aniversario del Atentado de Atocha en Madrid entre otras cosas.